Comunicado del Consejo Federal de Dirección del Partido Carlista

El Consejo Federal de Dirección del Partido Carlista de las Españas comparte la preocupación de la Sociedad por la situación de crisis económica a la que nos han llevado los gestores del capitalismo salvaje y, así, declara:

1)      No podemos adherirnos al recientemente firmado Acuerdo Social y económico suscrito por el Gobierno, sedicente socialista, los Sindicatos UGT y CCOO, y la Patronal CEOE, porque los platos que ha roto el sector financiero no tienen por qué pagarlos el sector de los trabajadores ni el de los pensionistas. Echamos en falta la firma y el compromiso de la Banca de poner a disposición de las empresas y de las familias el crédito necesario, dejando de lado su obsesión por los sueldos y “bonus” de sus directivos, y la ejecución de hipotecas.

2)      Ante la presentación de los Estatutos del nuevo Partido político SORTU, consideramos que, en su legalización, los criterios jurídicos han de imponerse a los criterios políticos, ideológicos y sentimentales, como es lo normal y deseable que ocurra en la organización de la convivencia política, económica y social. Estamos a favor de la legalización de todos los proyectos políticos, de todas las ideas y de todas las personas, si no van contra los Derechos Humanos. De la misma forma, seguimos expresando nuestro rechazo a la “Ley de Partidos” porque es un instrumento que el Gobierno de turno puede usar a discreción, y según le convenga, como ya está demostrado.

3)      Queremos mostrar también nuestro apoyo a los levantamientos populares que se están produciendo en el mundo árabe, protagonizados por una juventud que no ha conocido las revoluciones llevadas a cabo por sus mayores y que por eso mismo no comparte sus miedos al cambio. Una juventud mayoritaria entre la población de esos países, y cuyo malestar ha tocado fondo ante la falta de perspectivas de futuro, y la continua y desproporcionada carestía de la vida que les impide levantar el vuelo. Pedimos también solidaridad ciudadana en las Españas para que esos levantamientos acaben con las mafias chupadoras de sangre trabajadora, siendo necesario presionar al Gobierno español, y a los de toda Europa, para evitar que haya derramamiento de sangre.

Barcelona 12 de febrero de 2011