[Montejurra 2018] Discurso de Ton Aluja

Buenos días, a todos, y felices, además. Se me ha pedido que hable, sobre todo, de la situación en nuestra Patria, Catalunya, y además de lo qué piensa un carlista catalán de lo que pasó anteayer cuando se anunció la disolución de ETA.

En Catalunya, la versión que se da es que nos encontramos ante un choque de trenes; no es así; son dos bloques atrincherados que piensan sacar provecho de su inmovilismo y falta de diálogo para reafirmar un granero de votos continuando así con esta situación de bipartidismo ampliado.

Catalunya siempre fue pluripartidista, tolerante, democrática, pero ahora tenemos estos dos bloques atrincherados cada uno en su lado, sin ninguna voluntad ni capacidad de diálogo. ¿Cuándo comenzó todo esto?. Comenzó cuando los catalanes creíamos y trabajábamos para que el status quo autonomista se convirtiese en una organización federal, asimétrica, de las Españas. Y resultó que inmediatamente, tras haberse resuelto en el Parlament de Catalunya, tras haberse modificado el status quo en una decisión democrática, un señor que se llama Artur Más, a espaldas de lo que los catalanes habíamos decidido democráticamente para modificar nuestro Estatut porque considerábamos que debía incrementarse el nivel de autonomía, fue a pactar por la puerta de atrás, a espaldas del propio Parlament. Y además, también hubo quien prometió que se iba a cepillar el nuevo Estatut, pues el PP decidió incrementar su granero de votos recurriéndolo ante el Tribunal Constitucional.

La alternativa que proponemos es el diálogo entre iguales, y esta es la concepción federal que siempre ha mantenido el Carlismo. El Federalismo es el pacto entre dos que, además, son iguales; si no es así, no es Federalismo.

¿La situación en la que nos encontramos hoy?: Resulta que ahora parece que van a tener que pactar para mantener el status quo autonómico, en el que ya estábamos.

Recientemente, el que fue primer ministro italiano, Enrico Letta, en La Vanguardia hablaba sobre la desafección política existente, y decía que es porque los políticos profesionales, los que viven de la política, la han convertido en un espectáculo para continuar en la poltrona; la poltrona es la buchaca. La lucha por los Derechos jamás ha de ser un espectáculo.

Y en este combate estamos; los carlistas utilizamos un neologismo y decimos que somos “ninis”: ni españolistas, ni independentistas; somos carlistas, somos federalistas. Y además, esto lo decimos, como mínimo, desde 1825, a partir de la “Guerra dels Malcontents”; porque estábamos agraviados, porque las clases populares estaban agraviadas. En 1833 fuimos a una guerra siendo la mayoría demográfica y social. Nuestra visión es ésta: las Españas son plurales; ¡sólo faltaría que no lo fuésemos!.

Sobre la disolución de ETA: ¡ya era hora!, y las víctimas, todas, merecen un respeto; lo que no puede ser es que muchas víctimas tengan que ver cómo se recibe a los victimarios bailándoles un aurresku. Las situaciones de tránsito de estados de violencia a estados de pacificación están muy bien descritas por la profesora Sassen, estadounidense de origen holandés; vale la pena leerlo; la podemos buscar en Google, o en la Wikipedia, para estar informados; la pacificación jamás es rendición, jamás es olvido. Y esto os lo dice uno que, antes de la conquista democrática, en su casa tenía la puerta abierta para cualquiera que viniese a ella porque estuviera perseguido por quien fuese.

Conviene que empecemos a trabajar más: ¿Cómo?: Con nuestro testimonio. ¿Dónde?: En cualquier lugar en el que estemos; en el trabajo, los que lo tienen (casi sería un milagro); en la Universidad, los estudiantes para aportar su esfuerzo en la mejora de nuestra sociedad. ¿Y cómo ?: Hablando y primando la 1ª persona del plural, “nosotros”, sobre la 1ª persona del singular y la 2ª del plural.

Los partidos políticos modernos, porque nosotros tenemos la suerte de no tener nada que ver con ellos, tienen una docena de años de vida, y ¿ a dónde nos van a llevar?: Una posibilidad es llegar al modelo político de Estados Unidos, incluido un Presidente como el que han elegido, y que se lo deberían hacer mirar.

¿Qué tenemos que hacer nosotros?: Trabajar en todos los lados, todos los días para que en cada uno de nosotros, los carlistas, vean los demás que detrás de él hay una ética, una moralidad, y un compromiso.

Porque no sólo en la Península Ibérica, sino en toda la civilización occidental, los políticos a los tres meses de tener un cargo político han engordado 15 kilos.