Un gran negocio, pero ¿para quién?

Publicado en diario de Noticias 29/04/2011

¿Cuál fue la finalidad del dinero público que se inyectó a las entidades financieras a raíz de la crisis? ¿Hacer grandes negocios para seguir aumentando beneficios, repartiendo millonbonos entre los ejecutivos y compensando cuentas incobrables no solo del ladrillo sino también de los partidos políticos, o primordialmente para mantener la financiación básica de las empresas viables y con ello el máximo empleo?

Asegura el presidente del Gobierno español que hasta ahora el Estado ha ganado 3.000 millones de euros por concepto de intereses cobrados a los bancos por aquellos préstamos. Pareciera que lo que verdaderamente interesa a la sociedad y por lo que debiéramos preguntarnos, y muy especialmente él, es por cómo se han aplicado aquellos fondos, y por qué no se han cumplido los objetivos que oficialmente se marcaron, así como por cuántas veces hay que multiplicar esa cantidad para saber lo que realmente han ganado esos bancos especulando en su particular beneficio con esas cifras astronómicas en estos tiempos de crisis y extrema falta de liquidez a costa de la miseria de cerca de 5 millones de parados.

Todos hemos podido ver y oír por los medios de comunicación que mientras aquí innumerables empresas con trabajo y cubriendo gastos se veían obligadas a cerrar y despedir a sus empleados por habérseles cerrado todo flujo de financiación, a la vez, algunos de los bancos españoles han estado comprando a precios irrisorios grandes organizaciones americanas e inglesas, que sin ninguna duda les han deparado inconmensurables beneficios que pueden hacer aparecer como el chocolate del loro cifras de 3.000 millones.

Sin duda que parece más lógico lo que planteó Obama en EEUU, de modo que el dinero cedido fue a cambio de participaciones en el capital social de las entidades, y por tanto en los beneficios que de ellas se deriven, a la vez que las mismas le daban derecho a exigir desde dentro la aplicación y la verificación de los objetivos sociales que motivaron la inyección monetaria.

No resulta muy entendible que el presidente de un Gobierno que se llama socialista salga a recordarnos el gran negocio que se ha hecho con los bancos, cuando lo que no podemos olvidar los trabajadores ni la sociedad en su conjunto es la absoluta ineficacia que una operación de tanta entidad ha tenido para la financiación del tejido empresarial no bancario y el mantenimiento del empleo, que fue el objetivo esencial que en su día se argumentó para realizarla.

Lo que parece evidente es que quienes en teoría ejercen la representación popular en el gobierno y en la oposición -para velar por el interés social- no se debieran ver nunca en posición de beneficiar, controlar o evaluar a quienes les poseen económicamente, porque les financian y, llegado el caso, aplazan o descartan por incobrables sus desmesuradas deudas dando lugar a situaciones kafkianas como ésta que, de otra manera, para mí no tienen explicación.

¿Pretenden acaso que agradezcamos a los bancos el gran negocio que con ellos ha hecho el Estado y los trabajadores? Yo creo que hay un error y que son otros los realmente beneficiados y agradecidos.

Patxi Ventura

Militante de EKA