Trabajo, un bien escaso

La constitución que se nos hizo votar en 1978 dice que:

“Artículo 35.Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo,( …..) y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia (…)

Hoy nos confirman que son 4.110.294 los parados registrados en el INEM y que 4 de cada 10 pertenecen a familias en las que todos están en esa deplorable situación dependiendo de la caridad.

Es indiscutible que además del origen internacional de la crisis, aquí también fue tenazmente trabajada y causada por la especulación y el enriquecimiento desmedido de muchos empresarios de la construcción, de las inmobiliarias y de la banca, que invitaban a endeudarse a quienes no estaban en condiciones de hacerlo, y que además fueron deslocalizando sus inmensos beneficios en mercados emergentes con altas expectativas de beneficio, o retirándolos de la actividad productiva y depositándolos en lingotes en alguna entidad financiera que se está haciendo a precios irrisorios con la flor y nata de la banca mundial, mientras que a nuestro tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas se le ha privado de todas las fuentes de financiación.

Pero aunque todos sabemos que es así, también hemos podido comprobar que ni ZP ni el mismo Obama, que son conscientes de ello y así lo han reconocido públicamente, han conseguido poner en práctica las tímidas medidas que prometieron para intentar corregir que estas situaciones pudieran repetirse. Y es que van a morir al palo, ya que en este sistema capitalista que domina el mundo, la banca, la patronal, lo controla todo de forma directa o indirecta, y también a los Gobiernos y a los Partidos políticos y su “democracia”, pues todos están absolutamente hipotecados.

Parece llegada la hora de ser pragmáticos si no queremos asistir a la desaparición de las garantías sociales y pensiones públicas de las que dependemos la mayoría, y que llevaría implícita la quiebra del Estado que más pronto que tarde llegará si tiene que seguir manteniendo, de una u otra manera, a cuatro millones de parados, que de no ser así provocaran una revolución.

Tendríamos que empezar por incidir en aquello que está a nuestro alcance por muy injusto que sea. Y la primera medida tendría que ser repartir el bien escaso del trabajo y de su inherente sueldo de forma que nos alcance para todos, pues esta situación que atravesamos no es algo transitorio si no de larga duración. Así pues todos, trabajadores, pensionistas, accionistas y patronos tenemos que repartirnos de forma equitativa la situación, unos, los que tienen trabajo, recortando la jornada semanal y su sueldo en un 20% , o sea 1 día a la semana, de forma que todos(tal como manda la Constitución)podamos contar con un trabajo y un sueldo aunque sean escasos; otros recortando sus sueldos o pensiones máximas o el margen de sus beneficios para que baje el costo de la vida y con esos menores ingresos que van a recibir puedan vivir con dignidad los que cobren el salario mínimo.

Debemos cambiar los modelos del éxito y del triunfo dándoles valores éticos y sociales. Hay que promocionar el reconocimiento y el premio al éxito social frente a la especulación y el pelotazo. Se debe poner un límite razonable al beneficio ético obligando a repercutir en los precios las bajadas en los costos. Deberíamos recobrar el espíritu de aquello que hasta no hace tanto venía haciendo la religión y la ley contra la usura que era considerada pecado y delito. No es de recibo que mientras millones de seres –humanos- pasan necesidades extremas otros sigan manteniendo sus sueldos, pensiones y dividendos –divinos-, en los que multiplican por decenas los salarios mínimos a los que no pueden ni aspirar los millones de conciudadanos en paro.

Se deben acortar de forma sensible las diferencias entre salarios y pensiones máximas y mínimas de modo que el salario mínimo en la práctica real se corresponda con lo necesario para vivir con dignidad. Hay que evitar que 300 familias sigan perdiendo su vivienda cada día por no poder pagar la hipoteca como lo han venido haciendo 230.000 en los tres últimos años.

Patxi Ventura – Militante de EKA Partido Carlista de Euskal Herria

Artículo publicado en Diario de Noticias 5/12/2010