[Opinión] Los peligros de las filias y de las fobias

Artículo de Jesús María Aragón, Secretario General Federal del Partido Carlista

El 15 de septiembre pasado apareció en El País un escrito de Jorge M. Reverte que quería ser un homenaje, merecido, a Mª Teresa Castells, gerente de la  librería “Lagun” en Donostia/San Sebastián, y que ya no está entre nosotros.

Lástima que con las patas de atrás oscurezca dicho homenaje y ponga el centro de atención en una de sus fobias, al Carlismo en este caso.

Admite que los que atacaron la librería fueron el nacionalismo español, “los franquistas”, y el nacionalismo vasco, “los amigos de los etarras”; o sea que admite que no fueron los carlistas los autores de los ataques, pero concluye que “a los carlistas de entonces, y a los de ahora, no hay manera de convertirles a la democracia”. Da la impresión de querer exculpar los comportamientos violentos del nacionalismo, ya sea “español”, ya sea “vasco”.

Los carlistas hemos ido a la librería Lagun a comprar libros, y cuando ha sufrido los ataques hemos estado de parte de Mª Teresa, de Ignacio, de José Ramón, de la cultura, y de la libertad de expresión, de información, de difusión y de publicación del pensamiento y opinión.

Al equiparar los comportamientos violentos del nacionalismo, que él denuncia, con los comportamientos democráticos de nosotros, los carlistas, muestra que el problema lo tiene él, Jorge M. Reverte, no nosotros, los carlistas.

Al igual que en una anterior carta-respuesta a Víctor Lapuente, también a Jorge M. Reverte, le aconsejaría viajar algo, leer algo más sobre el Carlismo y dejar de escribir sobre él porque demuestran que no saben, y preguntar a quien sabe de ello, por ejemplo, a nosotros, los carlistas; Andrés Trapiello también puede tomar nota.

Jesús Mª Aragón Samanes

Secretario General Federal del Partido Carlista