[Opinión] La verdad del Carlismo sí, pero toda

En respuesta al artículo publicado por el señor Joseba Ezeolaza, se ha publicado este artículo en Diario de Noticias el 25/01/2017
En respuesta al artículo publicado en este medio, el 21 de enero, por el señor Joseba Ezeolaza decirle que estoy absolutamente de acuerdo con que el concepto de memoria transversal debe implicar todos los niveles y acciones institucionales no solo del Gobierno de Navarra sino de todas las instituciones públicas. Y digo todas, sin cortapisas, censura, ni manipulación de ningún tipo.

De la misma forma quiero expresar mi más absoluta conformidad con el señor Ezeolaza cuando dice que el Museo del Carlismo de Estella-Lizarra creado por Orden Foral en 1999 e inaugurado en 2010, no es fiel a los sucesos acaecidos en nuestra tierra. Y es precisamente aquí donde debemos poner en valor la memoria transversal como actuar sincero y comprometido. Una memoria, muchas veces quebradiza y manipulada que obvia muchos aspectos de interés para la sociedad.

Con todo ello me uno a la petición del señor Ezeolaza de adecuar el contenido del Museo del Carlismo de Estella-Lizarra para que se conozca toda la verdad, pues creo que es más necesaria que nunca.

Por ello, sería bueno que el Museo del Carlismo recogiera también hechos históricos como la expulsión de España de don Javier de Borbón Parma por oponerse al famoso Decreto de Unificación franquista de 1937 o su aprisionamiento en el campo de concentración nazi de Dachau por su colaboración activa con la Resistencia francesa. El atentado de Begoña cometido en 1942 por los falangistas. Los graves sucesos de Pamplona y Valencia ya en 1945, en los que varios carlistas en oposición al régimen fascista fueron tiroteados. Hubo más de 100 heridos por la policía franquista y las sedes y medios de comunicación carlistas fueron clausurados.

También sería interesante que el Museo recogiera hechos como la participación activa del Partido Carlista en la lucha antifranquista y por las libertades de este país con su participación en la Junta Democrática primero y posteriormente en la denominada Platajunta o la fundación de las Comisiones Obreras en la sede del Partido Carlista de Madrid junto con don Marcelino Camacho o Manuela Carmena, entre otros. O la no legalización del Partido Carlista hasta después de la celebración de las denominadas “primeras elecciones democráticas” de 1977.

No estaría tampoco de más, en honor a la memoria histórica, que dicho Museo dedicara un espacio, aunque fuera pequeño, a los asesinatos de Montejurra 76 organizados, amparados y perpetrados, está absolutamente probado, por los aparatos Estado(terrorismo de Estado). O más recientemente, ya en 1986, la participación del Partido Carlista en la fundación de Izquierda Unida, coalición de partidos de izquierda con la que actualmente está precisamente coaligada la formación del señor Ezeolaza en Navarra.

Fermín Martínez