[Opinión] ¿ TURISMOQUE ?
Artículo de Jesús María Aragón
En El País del pasado 15 de agosto, Víctor Lapuente, mediante una construcción literaria artificiosa, identifica “turismofobia” con “neocarlismo”; ¡ahí es nada!. En su escrito menosprecia y minimiza el derecho a ganarse la vida de los campesinos del siglo XIX así como de los trabajadores precarios de hoy día al tiempo que exalta y justifica el liberalismo diciendo que es el “creador del Estado de Derecho liberal”, como si fuese el non plus ultra de la organización social, política y económica. También presenta el tópico del carlista militar del siglo XIX al que califica de la misma manera que a los miembros de Arran y Ernai: “activista”.
El Partido Carlista, en su acción política, no se mueve por antagonismos sino que promueve la acción conjunta y en común, en el esfuerzo por dar una salida a los problemas que surgen en la interacción social, y por eso apoya los intentos de las autoridades democráticas de las islas Baleares y de Barcelona en esta cuestión del turismo, en poner un poco de orden, con el objetivo de una sociedad más equilibrada, más justa.
El Partido Carlista está a favor de que el uso residencial declarado de un inmueble no esconda un uso comercial turístico.
El Partido Carlista está a favor de que las inversiones en infraestructuras se hagan pensando en los habitantes autóctonos estables, y no en los foráneos ocasionales, de forma que los costes sociales del turismo, que pagamos todos los españoles, no sean superiores a los beneficios, y que de éstos participen los trabajadores con un salario suficiente que les permita, también a ellos, hacer algo de turismo, para verse como en un espejo, y seguir aprendiendo.
El Partido Carlista está a favor de las ciudades habitables en las que el desarrollo de las actividades habituales no resulte difícil para el conjunto de sus habitantes estables, y creemos que los que Víctor Lapuente llama “neocarlistas”, Arran y Ernai, también están por la labor.
Utilizando el lenguaje médico, diríamos que las acciones llevadas a cabo por los miembros de Arran y de Ernai, son el síntoma de una enfermedad subyacente que hay que diagnosticar a tiempo, antes de que afecte a todo el organismo, a todo el tejido social, y llegue a trabar su actividad diaria, como ya nos pasó con la construcción.
En el Partido Carlista tenemos “dos dedos de frente” y sabemos que, a quién más a quién menos, a todos nos gusta viajar, disfrutar de las maravillas de la naturaleza y de los productos del ingenio humano, y ser respetados en todos los sitios; por eso no estamos contra el turismo. No le iría mal viajar a Víctor Lapuente y aprovechar para leer algo sobre el Carlismo a ver si alcanza a vislumbrar algo del contenido de la palabra “Fueros”.
Jesús Mª Aragón Samanes
Secretario General Federal del Partido Carlista