[Opinión] Luces y sombras en el Aquarius -El restablecimientos de los derechos humanos-

Artículo de Javier Arellano Gómez publicado en El Federal Nº 66

 Estos días, y en las últimas horas, una noble esperanza en el ser humano y en la legalidad humanitaria internacional se cierne sobre nuestras conciencias y mentes.

Cierto es que una embarcación  en alta mar de una ONG , con finalidad de rescate de seres humanos emigrantes que de otra manera morirían ahogados, cumple con las leyes internacionales de salvamento  marítimo humanitario y cuya labor, por más que se ponga en duda por mentalidades xenófobas , nunca debiera ser criminalizada ; criminales sí que son aquellos que , sin escrúpulos , negocian con la vida humana, le ponen precio, y abandonan a su suerte a personas cuyo único bagaje es la esperanza en el , en ocasiones, mal  llamado primer mundo.

El que ni Italia ni Malta quieran acoger a estos más de 600 migrantes del Aquarius  tampoco es tan de extrañar, en una Europa  mezquina y donde cada país mira de reojo al otro según cuáles sean sus intereses geopolíticos y económicos en juego ; de hecho la reacción del Gobierno italiano obedece más a hartazgo con las políticas insolidarias de la propia Comisión Europea, en materia de ayuda a la inmigración , que a un simple rechazo injustificado a recibir en sus puertos  a esta embarcación de Médicos Sin Fronteras. Los incumplimientos de las promesas de ayudas económicas y compromisos europeos  adquiridos en su día por el desastre humanitario  de Lampedussa  pesan, y mucho aún, en la reacción que subyace en los gobernantes italianos.

Por el contrario, y en otro plano bien diferente, eso sí a nivel  simbólico, es de apreciar en su justa medida la toma de postura proactiva del Gobierno español del Presidente Pedro Sánchez. El buque y otras dos embarcaciones arribarán, según todas las previsiones, al puerto de Valencia  en la madrugada del sábado al domingo. Gesto simbólico , y a la vez emblemático, en la medida en que se expresa con hechos , y no tan sólo con brillantes discursos y palabrerías,  que Europa, y los países que la integran, tienen la obligación legal y moral inexcusable  de socorrer a quienes se encuentren a la deriva en alta mar. No olvidemos  tampoco que la actuación aislada de nuestro país puede que suponga solucionar este caso concreto, pero difícilmente  imaginaremos que sin políticas  uniformes de ordenación europeas, en materia de inmigración, responderemos satisfactoriamente  a las exigencias y necesidades del respeto y promoción de los Derechos Humanos de personas que huyen de otros continentes  en busca de mejores oportunidades de vida

En definitiva, el objetivo principal humanitario  se va a cumplir, y significa un cambio copernicano en la política exterior migratoria existente hasta hace muy pocas semanas  en nuestro país . También el hecho de que desde la Vicepresidencia del Gobierno se estén ya cumplimentando Planes de Coordinación así como Protocolos de Actuación , ó el que también en la Generalidad Valenciana  se estén  ya ultimando, en cooperación con Ongs  y Ayuntamientos , los mecanismos de acogida digna : todo ello representa , pues, un esfuerzo notable logístico y de medios materiales y humanos que nos hacen estar a la altura de un país que se dice  promotor y defensor de los Derechos Humanos.

Y refiero esto último porque la labor , inicialmente loable, puede ser banal y frustrante sino se llega hasta sus últimas consecuencias en el trabajo humanitario a emprender con estas personas que van a recalar en nuestro territorio  ; resultan así decepcionantes las afirmaciones de estos últimos días del Ministro del Interior expresando que a aquellos inmigrantes que no soliciten asilo se les instruirá un expediente individualizado , y hasta su resolución , serán internados en un CIE privados de libertad : decisión que puede acabar en expulsión y deportación a sus países de origen . Después de tantas penalidades de estos seres humanos en su periplo migratorio no sería ni justo “ni de recibo” que  regresen  “ por la puerta de atrás “ a la “ casilla de salida “ ( a sus países de origen ). Si existe voluntad política, claro que se les puede buscar ubicación regularizada en nuestro país, con independencia de que muchos de ellos vayan a continuar después su itinerario migratorio por otros países europeos. Muchos defensores de los Derechos Humanos alertan ante esta posibilidad , acrecentada por el hecho de que muchos de estos migrantes  no huyen  ni de lugares de guerras ni de persecución política ó religiosa . Esa voluntad política reseñada bien la sabe el titular de Interior  como juez que es , y  no es otra que la simple aplicación de la legalidad vigente en materia de extranjería : regularización por circunstancias extraordinarias de orden humanitario.

Otro signo de esperanza en materia migratoria , y que arroja luz en este panorama de incertidumbres, es el restablecimiento de los derechos humanos en materia sanitaria a todos los inmigrantes, también a los “ sin papeles “ , que no se nos puede olvidar  al efecto que son seres humanos portadores de plena dignidad  exactamente igual que los nacionales : en el último Consejo de Ministros del viernes 15 de junio el Gobierno presidido por  Pedro Sánchez ha anunciado que se derogarán las medidas por las que se veda a los inmigrantes irregulares la sanidad pública especializada. De manera que , parece ser ,  la voluntad política, en este terreno, está tomada : restaurar la sanidad pública universal .

….Y otra de cal….que puede resultar de arena……..: la eliminación de las cuchillas en las fronteras de Ceuta y Melilla. Este Gobierno, si es coherente, debe mostrarse tal cual se ha manifestado el propio Ministro del Interior antes citado : proclive a la eliminación de un artilugio , tan poco disuasorio como inhumano ; a día de hoy las torturas se permiten en estas fronteras tanto por parte de España como por parte de Marruecos. Hasta que de las palabras no se pasen a los hechos, eliminando las concertinas , no podremos hablar de verdaderas políticas y prácticas de Defensa de los Derechos Humanos en favor de los inmigrantes y de aquellas personas de Africa  que buscan asilo y refugio en nuestro país.

En definitiva, que España aun adoptando decisiones valientes , como Estado  miembro de la U.E. , en el conflicto planteado por la negativa a recibir  en puertos europeos  al Aquarius, sin embargo esta primera medida importante y trascendente tiene necesariamente que complementarse, en una política orientada a  la defensa de los Derechos sociales y humanos, por  otra serie de  medidas tan importantes y necesarias para la construcción de una Europa verdaderamente humana y solidaria.