[Historia] Un 16 de agosto de 1942
Escrito de José Lázaro Ibáñez Compains, secretario general federal del Partido Carlista, publicado en Diario de Noticias (Navarra) el 19/08/2024.
El 16 de agosto de 1942 se cometió en la Basílica de Begoña de Bilbao un crimen de matiz político, que por las circunstancias de sus autores fue prácticamente silenciado por el Régimen, ya que dicho crimen fue perpetrado por elementos de la Falange, y para su realización contó con el apoyo de la Administración del Estado y de elementos nazis alemanes.
Se celebraba en la Basílica de Begoña una misa en sufragio de los requetés vizcaínos muertos en la Guerra civil.
Anteriormente, y unas semanas antes, hubo una serie de actos organizados por los carlistas que fueron prohibidos por las autoridades del Régimen, lo cual no fue óbice para que se realizasen, siendo detenidos muchos carlistas.
Se preveía que el acto religioso de Begoña contase con una nutrida asistencia del pueblo carlista, que no admitía la unificación que el caudillo Franco había creado con el fin de acabar con el carlismo (no en vano el General Franco era fiel defensor de la dinastía alfonsina, tal como demostró nombrando como sucesor al ahora emérito). Ante esta tesitura, elementos falangistas auxiliados por policías, y con el beneplácito de autoridades del Régimen, y apoyados por los elementos nazis alemanes, proyectaron atentar contra el acto religioso, al que tenía previsto asistir el teniente general Varela, ministro del Ejército, y conocido por ser enemigo declarado de una entrada en la Segunda Guerra Mundial de España aliada con la nazi Alemania.
El general Varela, al que sus enemigos políticos trataban de anglófilo y habían tejido el infundio de estar a sueldo de Inglaterra, era conocido por sus simpatías hacia el carlismo (su esposa vizcaína de Durango era una conocida carlista).
Los falangistas, después de unos preparativos complejos, y con las ayudas reseñadas anteriormente señaladas, se presentaron en el acto y lanzaron granadas de mano. Aunque atentaron contra el general Varela, este salió ileso.
El resultado fue de 117 heridos (la mayoría mujeres y niños) de los que fallecieron en fechas posteriores tres. Detenidos los autores por la escolta del general, se produjo un rifi-rafe entre Franco y el general Varela, partidario de que se hiciese justicia.
En un consejo de guerra se condenó a muerte a varios de los autores del atentado, indultando el caudillo Franco a todos menos a uno (por la presión de generales pidiendo justicia para que la condena se ejecutase), que fue fusilado, y condecorado por el régimen nazi alemán.
Franco destituyó a Varela y al general Galarza, que pedía la ejecución de los culpables del atentado condenados a muerte por consejo de guerra. Posteriormente fueron anmistiados los autores, y ocuparon cargos de relieve en el aparato franquista.
Los incidentes de Begoña son otro episodio más de los intentos del régimen franquista de acabar con el carlismo. Fue represión y persecución.
Hechos como este deben ser reconocidos y divulgados, puesto que la Memoria Histórica no puede ser verdadera si hechos como este no reciben su atención.