[Opinión] El ejemplo de Salmerón

Nicolás Salmerón fue el tercer presidente de la I República Española, pero solo un mes y medio. La razón de su brevedad sería exclusivamente por escrúpulos personales.

Le fueron presentados para su firma la conformidad-orden para varias ejecuciones de pena de muerte y alegó con toda firmeza que su conciencia no le permitía tales firmas, y al indicársele que como Presidente de la República estaba obligado a hacerlo presentó de forma irrevocable su dimisión-renuncia a la presidencia que ostentaba.

No se si se nos entiende, pero creo que la cosa está clara. Por ejemplo, si ahora Felipe admite firmar los indultos a los que se opone la derecha es que está conforme con los mismos.

Hemos recordado a Salmerón como prueba de que si se quiere se puede, y que en caso contrario es que con su firma siempre voluntaria, si hay otra posibilidad, como la antes referida, se está de acuerdo con el motivo de le que le presentan.

Claro que si se opta por no firmar se está infringiendo una obligación constitucional y la salida…, la salida es la de renunciar a la figura constitucional que se ostenta, o se disfruta. Por consiguiente, que nadie intente reinterpretar o disfrazar: la salida está abierta y no hay posibilidad de medias tintas.

Las verdades son en muchas ocasiones, según generalmente se califican, de expresión infantil, y tal vez estamos ahora presenciando una clara manifestación de esa primitiva honestidad a cargo de la presidenta Díaz Ayuso.

¿Cúal será la opción por la que opte Felipe?

La puerta está abierta, y tal vez por ello la derecha institucional se muestra escandalizada y hasta miedosa, pero que no se preocupen, el ejemplo de Salmerón no se va a contagiar.