De cucos y otras aves

El 4 de mayo pasado, en una carta publicada en DIARIO DE NOTICIAS, Gregorio Ojer se reclamaba de izquierdas y republicano, y, como tal, asumía «las buenas maneras del mirlo de la izquierda española», pero utiliza el término «carlistones»; ¿cariñosamente, acaso? Por seguir con su lenguaje, creemos que de hacer penitencia no estamos libres nadie. Sin salir de su pueblo, puede comprobar cómo en esas situaciones extremas, ocasión para la manifestación de lo mejor y de lo peor del ser humano, un paisano suyo, «el requeté» (abuelo de Floren Aoiz), y «carlistón» según su lenguaje, rechazaba públicamente la realización de esos actos inhumanos. Afortunadamente, no era el único.

No hay que irse a Siberia, ni al bosque de Katyn para comprobar que la sombra de Stalin también es alargada. Paracuellos no está tan lejos, incluso más cerca, entre nosotros, aún queda gente viva que recuerda los gritos y eslóganes de los mítines comunistas, las amenazas verbales y físicas, incluso, y hasta la muerte de algún familiar por el simple hecho de ser religioso. Otra cosa más, en el lema que él pone, falta la palabra Fueros, ya que el lema completo es «Dios, Patria, Rey, Fueros».

Los carlistas no olvidamos, ni antes ni ahora, los Fueros, aunque utilicemos un lenguaje actualizado para explicar nuestra ideología, hoy día. Los carlistas estamos por la aclaración de los hechos del pasado y asumimos la parte que nos corresponde en los actos inhumanos cometidos; no tenemos miedo a ello, y creemos que todos deberíamos esforzarnos por evitar que esos actos inhumanos se repitan, ahora y en el futuro, e intentar lograr la recuperación perdonándonos; ganaríamos en salud.

Jesús María Aragón Samanes y Feliciano Vélez Medrano

Publicado en Noticias de Navarra 19/05/2010