[Opinión] La derecha neoliberal capitalista carga contra los pensionistas

Artículo de Manuel Fernández de Sevilla*

Casi tres millones cuatrocientas mil pensionistas en España son votantes del Partido Popular. Al parecer, se corresponden con el 40% de los pensionistas españoles. Su insolidaridad desde el comienzo de la crisis, se ha mantenido porque avalaron las políticas neoliberales capitalistas con su voto. Ahora son víctimas de las mismas.

Desde el comienzo de la crisis capitalista en el año 2008, una parte de la sociedad española respondió mediante el movimiento 15M. De una parte del mismo surgió Podemos como fuerza política, erosionando con ello a los partidos de la izquierda oficial representada en el arco parlamentario. Los carlistas venimos denunciando la regresión social en la que venimos estando inmersos  desde los años 70, por no decir de antes.

Los llamados “yayoflautas” del 15M fueron los únicos pensionistas que se solidarizaron con los jóvenes estudiantes, y con las personas que se habían quedado sin hogar y sin trabajo, víctimas de la crisis hipotecaria. Mientras los preferentistas víctimas de las estafas bancarias han hecho su guerra por otro lado, pero siempre confiando en la justicia del falso sistema democrático español, algunos han recuperado parte de su dinero.

En líneas generales la solidaridad de los pensionistas con las personas que han sufrido y siguen sufriendo la crisis capitalista de 2008 ha quedado enmarcada en el ámbito doméstico y familiar, ya que muchas familias están viviendo de las pensiones de sus mayores. Padres y nietos han vuelto con sus mayores, o son apoyados económicamente por sus abuelos, permitiendo al mismo tiempo el reajuste del sistema económico capitalista, y que no sea una carga su sostenimiento para el Estado y el Mercado.

Hasta ahora el Estado desde el Gobierno manifestó en diversas ocasiones “no tocar el sistema de pensiones”, manteniendo el modelo de financiación pública para el mismo, sin embargo, la merma de los ingresos públicos, hipotecados por los intereses de la deuda y el incremento de los gastos, no por el hecho que se vean incrementados en si mismos, sino por la falta de ingresos públicos, se ha venido favoreciendo desde el poder, una visión privatizadora de la economía consistente en aniquilar el “Estado de Bienestar”.

Ese aniquilamiento del “Estado de Bienestar” consiste en la dinámica por la cual, los partidos políticos afines a los intereses de la oligarquía capitalista, pusieron a la venta todas las empresas públicas que daban ingresos y beneficios públicos al Estado, que servían para financiar las partidas presupuestarias de sanidad, educación, pensiones, …

Nuestros mayores han participado en las decisiones electorales, y cuando ha llegado la hora electoral de la verdad, han votado a fuerzas políticas que permitían el proceso privatizador de lo público, de las empresas públicas energéticas, como ENDESA, empresas de telecomunicaciones, como MOVISTAR, antigua TELEFÓNICA. Este proceso de venta de “lo público”, ahora lo estamos pagando, y hasta ahora, la crisis capitalista, la estaban pagando los colectivos más desfavorecidos, entre los que NO están los pensionistas votantes de las fuerzas de derecha capitalistas como PP-PSOE-Ciudadanos.

Estos pensionistas en sus decisiones políticas a la hora de emitir su voto en las urnas, jamás se solidarizaron con los colectivos víctimas de la crisis capitalista, a menos que fueran directamente familiares suyos, lo cual no les impedía mantener su voto favorable a los partidos que acometen políticas privatizadoras de empobrecimiento social con la venta de “lo público”.

La democracia se ha convertido en un mercadillo, donde las fuerzas derechistas capitalistas para atraerse el voto de los pensionistas les decían que no se tocarían las pensiones y que las subirían para evitar la pérdida de poder adquisitivo con arreglo al indice de precios al consumo. Esta bandera materialista esgrimida por la derecha capitalista, estaba muy bien orquestada, ya que al mismo tiempo se venía metiendo miedo porque si no “vienen los comunistas”, y esos te quitan la pensión, la casa y el coche. Ya hemos visto que quienes han perdido todo esto, no ha sido por gobiernos “comunistas”, sino por los actuales gobiernos neoliberales capitalistas.

La solidaridad de esos pensionistas votantes de las fuerzas neoliberales capitalistas está más que en entredicho, y ahora que ven peligrar sus pensiones, quizás decidan cambiar de bando, o no, si el Partido Popular recula, y les sigue manteniendo como hasta ahora.

Ese 40% de los pensionistas que vota Partido Popular, si han sido “solidarios”, lo han sido quizás con sus familiares parados y desamparados. Esa es la “solidaridad” de “il padrino”, puro egoísmo familiar. Una falsa solidaridad que no se proyecta sobre el bienestar del conjunto de la sociedad, y que más bien aduce al síndrome de la economía del miedo, “mejor voto lo que hay” por lo de “má vale lo malo conocido”, un pensamiento conservador que está destruyendo nuestra sociedad, al aniquilar el bienestar social.

Deducimos que no son Pensionistas, sino Pensionarios, todos aquellos que han estado viviendo a costa de la teta del Estado importándoles un pito el destino de todas las víctimas de la crisis capitalista, y desgraciadamente los tenemos en las distintas castas que se han generado a merced de un Estado postfranquista represivo, aniquilador de libertades, cómplice de corrupción política, de la venta del “comunal público”.

Habría que ver cuántos ciudadanos son cómplices de esta estafa capitalista y que actualmente son funcionarios públicos enganchados a la teta pública, quienes se atreven a discriminar a las víctimas de la crisis capitalista, cuando emiten su voto neoliberal. Son unos ciudadanos hipócritas e irresponsables porque viven de un puesto de trabajo resultado de la protección social demandado en el pasado por los trabajadores durante las largas marchas obreras decimonónicas, donde el movimiento obrero se organizó para hacer cumplir jornadas y salarios laborales humanas y dignos. La paradoja del asunto es que no son pensionistas sino pensionarios cómplices del sistema neoliberal capitalista.

*Economista

Condenamos el fomento gubernamental de promocionar la venta de planes de pensiones privados, y denunciamos la insolidaridad e hipocresía de aquellos ciudadanos que siendo funcionarios públicos y pensionistas han mirado hacia otro lado, votando las políticas de la derecha neoliberal capitalista. Estos ciudadanos ahora nos piden que seamos solidarios con ellos, cuando no lo han sido con el resto de la sociedad desde el comienzo de la crisis en 2008.