Discursos de Montejurra 2010

I + D + I : INFÓRMATE     DECÍDETE      IMPLÍCATE

Intervención de Jesús Mª Aragón Secretario General Federal del Partido Carlista

Eguerdi on guztioi:

Buenos días, compañeros/as. Voy a empezar haciendo referencia al cartel anunciador de este Montejurra 2010, tan bonito, y en el que se puede ver a un carlista en la gruta del monte cantando a la Libertad, al Socialismo, al Federalismo, y a la Autogestión. Los Carlistas cantando a la Justicia Social. En él podemos leer también el lema de este año: I+D+I: Infórmate, Decídete, Implícate.

Esta sigla, I + D + I, la encontramos  todos los días en los distintos Medios de Comunicación como el resumen del progreso económico sostenido; y sin embargo, no nos basta para darlo por bueno porque el progreso que los Carlistas buscamos es el referido al ser humano, el que se adecua a la medida de la persona y le hace crecer en estatura.

No nos vale, y no damos por bueno, el progreso a la medida de un particular, o de un grupo particular que suele ser el que tiene una posición económica dominante. Sabemos que no sólo de pan vive el hombre (ni la  mujer), que el pan no es la norma suprema que justifica cualquier tipo de acción.

En esta vida no sólo estamos para durar, aunque sea lo más y mejor posible, sino para entregar, mejorado, a la siguiente generación, el medio ambiente físico y social que encontramos al llegar.

Vuelvo a las siglas I + D + I del principio que marcan el camino del progreso y del desarrollo económico, y que también señalan el camino correcto de salida de esta crisis en la que nos han metido los poderosos económicamente; ¿y qué medidas han tomado para ello, por ejemplo, los empresarios?: los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE, otra sigla), y los despidos; resultado: 4 millones y medio de parados. Así resulta difícil de creer su queja de que el despido en España es caro y un freno para la creación de nuevo empleo, ya que no han sido los trabajadores los que han dejado voluntariamente las fábricas y los tajos sino que han sido despedidos. Los empresarios piden también reformar lo que llaman “mercado del trabajo”; 5 reformas llevan hechas ya desde que existe el Estatuto de los Trabajadores, y todas en la misma dirección de recortar los derechos de los trabajadores reflejados en ese Estatuto, abaratando el despido y proponiendo contratos parciales subvencionados; y vamos de crisis en crisis.

Nosotros los Carlistas proponemos compartir el trabajo existente: trabajar menos horas para que más gente trabaje y así tenga con qué hacer frente a los gastos diarios, el ritmo productivo no se atasque debido a la falta de demanda, y, de paso, que siga cotizando a la Seguridad Social. Con un salario adecuado al nivel de vida: mantengo los 1.200 € ,limpios, al mes, del año pasado, como salario mínimo.

Y el Gobierno, ¿qué medidas ha tomado, además de algunos parches para ganar tiempo, desgraciadamente insuficientes, como el llamado “Plan E”?: el mundo al revés. Se sabe qué y quién ha provocado la crisis, y por eso, hace dos años escasos hasta los empresarios, banqueros y Gobiernos hablaban de “refundar” el Capitalismo, de “hacer un alto” en la economía de libre mercado. Y resulta que este Gobierno nos habla de retrasar dos años la edad de jubilación (con la de paro que hay, ¿cuándo van a empezar a trabajar los jóvenes?), y subir dos puntos el IVA, a partir de julio, medida que habría que tomar cuando la economía va bien para evitar su recalentamiento y combatir la inflación; además, los trabajadores ya sabemos que eso se traducirá en un redondeo, al alza, claro, que luego no se verá reflejado en el Indice de Precios del Consumo para la subida de nuestros salarios. O sea: penalizan a los que no hemos provocado la crisis, a los trabajadores, a los de siempre,  y ponen un nuevo puntal al Capitalismo, para que nos remate.

Por si fuera poco, proponen un nuevo contrato con despido más barato, claro. Como decía: el mundo al revés. Lo que propone el PP, el partido en la oposición, es aún peor: congelación e incluso disminución de los salarios , sin fijar ningún nivel mínimo, y facilitar dinero a los que ya tienen: a la mar agua, y tira p´alante; si no quieres taza, taza y media.

Lo que este Gobierno, sedicente socialista, ya tenía que haber hecho, en lugar de dar dinero a los bancos para que saneen sus cuentas de resultados, es crear una banca pública, a través de las Cajas de Ahorro, que haga el trabajo que no hace la banca privada: hacer fluir el crédito a las familias, pequeñas y medianas empresas y autónomos para evitar que se produjesen impagos, y se pudiesen destinar los beneficios empresariales a la reinversión en la economía productiva. Dicho sea de paso, es la única manera de que los mayores beneficiarios de este Sistema económico y que son los causantes de esta crisis de “su” Sistema económico, la hubiesen pagado.

Más cosas que tiene que hacer un Gobierno:Tiene que recuperar el impuesto sobre el patrimonio para que las diferencias entre ricos y pobres no se aceleren excesivamente, y como instrumento facilitador de pistas de fraude a la Hacienda Pública. Y más inspectores para luchar contra la corrupción y la economía sumergida. Y disminuir el número de puestos públicos nombrados a dedo, y que los sueldos públicos tengan como referencia la “renta media per capita” del Estado, y no el “mercado”, la empresa privada.

Hoy se celebra, oficialmente, el “Día de Europa” y esta crisis nos ha cogido formando parte de Europa, del área Euro. El 7 de junio del año pasado se celebraron elecciones al Parlamento europeo; los Carlistas intentamos participar, pero no pudo ser; nos faltaron algunos avales de cargos públicos electos. Aprovecho para dar las gracias públicamente a los cargos electos que sí nos dieron, con su firma, el aval necesario para poder haber presentado nuestra candidatura; ellos ya saben quiénes son, y nosotros también. Muchas gracias.

Ya teníamos escogido el lema; era fácil pues ya lo habíamos utilizado antes y seguía siendo válido: “Europa sí, pero no así”. Y sigue siendo actual y válido, según está quedando de manifiesto en esta crisis en la que a los países fuertes parece que no les importa  mucho que los países más débiles de la Unión Europea (Grecia, Portugal, España, Irlanda), salgan del área Euro, para no debilitar la moneda, el Euro. Es cierto que las dificultades económicas que están atravesando estos países se las han ganado a pulso por no atreverse a “poner el cascabel al gato” de los desequilibrios de su tejido productivo, de la economía sumergida, del fraude, de la corrupción, de su insuficiente inversión en investigación y educación, y por fiarlo todo a seguir la estela de los países que tiran de la economía europea. Pero no es menos cierto que también Alemania y Francia han superado más de una vez el límite del 3% de déficit público.

Un Euro fuerte y el precio del dinero que marca el Banco Central Europeo no sólo tiene que beneficiar el mercado de trabajo y la capacidad exportadora de los países del norte europeo, sino que tiene que estar al servicio de todos los países que conforman la Unión Europea; y si hay que devaluar el Euro para evitar los ataques de los especuladores bursátiles internacionales, o  para sanear las debilidades económicas ocasionales de uno  o más países miembros, se devalúa, para superar todos juntos y más homogéneamente  esta crisis y no dar la sensación de “sálvese el que pueda”, o “tonto el último”.

La Solidaridad es un valor humano que tiene una traducción económica muy rápida y es generadora de sinergias y ganas de trabajar codo con codo con el compañero porque tenemos los mismos fines e intereses y trabajando para conseguirlos nos beneficiamos ambos. Para que los ciudadanos nos sintamos europeos, además de la cultura, tenemos que sentir cercanos a los europeos ricos y que nos ayudan en nuestras dificultades económicas.

Todos tenemos que estar “a las duras y a las maduras”. Los Carlistas queremos la “Europa de los Pueblos”, no la Europa del Capital, de los mercaderes, de los Estados, de las multinacionales, de los especuladores económicos internacionales. Queremos una Europa en la que el ciudadano es el SOBERANO, y no el Estado, ni el Jefe del Estado ni las Cortes, ni el Parlamento, ni la Comisión Europea, ni el Gobierno, ni el Ejército, ni la Policía; la soberana no es la moneda, ni la nación, sino la persona, el ser humano, que tiene que ser tratado con el debido respeto a esa Soberanía por parte de las Instituciones, y también de sus conciudadanos.  Y aprovechando que el Ebro pasa por Arguedas, y como estos últimos años, aquí mismo, vuelvo a reivindicar, en esta economía globalizada, la llamada “tasa Tobin” que gravaría con un impuesto los beneficios de los movimientos internacionales de capitales que llevan a cabo los llamados inversores internacionales, o sea, los especuladores bursátiles, que intentan sacar tajada atacando las debilidades económicas, en los momentos de dificultad.  Dicha tasa, además de un freno a esos ataques, sería un instrumento de solidaridad internacional pues iría destinado  al desarrollo de los países empobrecidos.

Dentro del contexto de mundialización de la vida económica y politica el ejército también se nos ha mundializado mediante las llamadas “misiones de paz”, o “humanitarias”. El otro día, la ministra de Defensa, Carme Chacón, en una de sus visitas a sus subordinados, para subirles la moral, supongo, les dijo que eran el prestigio internacional de España en el mundo. Pareciera que les estaba diciendo que el prestigio se gana con la fuerza de las armas. Yo preferiría que ese prestigio internacional se reconociera por nuestras aportaciones al desarrollo y a la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano: vivienda, vestido, alimentación, educación, sanidad, agricultura familiar sostenible y buscando la autonomía y soberanía alimentaria  para que esos pueblos necesitados pudiesen hacer uso de sus propias fuerzas y poner en práctica la sabiduría acumulada que atesoran, y salir adelante siguiendo su propio camino, ellos, sus tierras, y sus gentes; en definitiva: prestigio ganado por la “fuerza de la razón”, por la “fuerza del derecho”, por la protección y promoción de los Derechos Humanos.

Así, ya sea en Afganistán, Líbano, Palestina, Haití, o, tal vez, ojalá pronto, en el Sáhara occidental, y donde sea, España se ganaría el prestigio y respeto internacionales y, de paso también respetarían a los militares españoles, si ven que defienden una ayuda respetuosa de su ser y costumbres, de su vida. Respeto, por otra parte, debido a toda persona por el mero hecho de serlo; pero hay que seguir siendo persona para seguir gozando de ese respeto debido. Porque los ejércitos son inútiles para luchar contra el terrorismo; a las pruebas me remito: desde que el malhadado Bush hijo nos metió en sus berenjenales preventivos, el número de víctimas ha aumentado, la amenaza se ha globalizado, y es mayor que antes.

Habrá que pensar que los ejércitos no van a esos países a luchar contra el terrorismo, sino por otros motivos. Para combatir el terrorismo hay que facilitar los medios de vida a la población autóctona, respetar sus modos de vida, y proporcionarles una defensa policial suficiente frente a los grupos mafiosos que quieren imponer su ley de la fuerza. No son peligrosos los pobres, sino los poderosos.

Por eso pedimos, desde aquí, el regreso de las tropas españolas que están en Afganistán porque se ha maleado su finalidad: ya no están al servicio de la ONU, sino de los imperios económicos; y los Estados, y los Gobiernos que los administran, y también los ejércitos,  no tienen que estar al servicio de los imperios económicos, sino de  la Sociedad y de la legalidad nacional e internacional.

Para terminar: las siglas I+D+i, que en la actividad económica significan Investigación, Desarrollo, Innovación, nosotros hemos convertido en  I mayúscula la i minúscula y le hemos dado otro significado: Infórmate, Decídete, Implícate.

Si en la actividad económica indican el camino correcto de salida de la crisis y del progreso económico sostenido, en la actividad social y política que los Carlistas impulsamos también indican el camino correcto  para el progreso humano y la consecución de una Sociedad participativa, solidaria, y fomentadora y protectora de los Derechos Humanos aquí y en todo el Mundo.

Animo y adelante, compañeras/os.

COMUNICADO DE LAS JUVENTUDES CARLISTAS

(Leído por Maialen Oiarbide Pérez-Nievas)

Un año más volvemos a concentrarnos carlistas de todos los países del Estado español en este monte renombrado donde debajo de cada piedra podemos encontrar un trozo de nuestra bicentenaria historia.

Hoy es un día de compromiso militante, pero también de fiesta, porque quien lucha y pierde pero aún así vuelve a lucha podrá sufrir derrotas pero nunca se encontrará vencido por su enemigo. Y eso es lo que venimos a celebrar hoy aquí, la victoria de nuestra continuidad como partido político a pesar de haber remado siempre contra viento y marea.

En las últimas décadas en todo el planeta cayeron regimenes políticos de todo tipo, desaparecieron partidos de todo color ideológico y la sociedad cambió y cambia a una velocidad que cada día es mayor, pero el pensamiento único del sistema neoliberal aún no se ha impuesto a todos los sectores de nuestra sociedad dado que entre otros factores todavía permanece vivo nuestro partido, un partido que tras dos siglos de combate contra el Estado oligárquico mantiene intacta la Dignidad y que en sí mismo representa una alternativa potencial de organización social al neoliberalismo dominante en toda su globalidad.

Ya tratemos del complejo tema del equilibrio de la Humanidad con su entorno natural, de la integración social de pueblos, comarcas y ciudades, o de temas tan inmediatos como el precio de la vivienda o la regulación del mundo laboral, los carlistas representamos tanto una alternativa de sociedad a gran escala, como de gestión pública a media escala o de civismo y compromiso comunitario a pequeña escala.

Tenemos un depósito de raíces comunitarias, experiencias societarias y doctrinas política que es excepcional en toda Europa, y como no fuimos los conservadores que siempre pintaron los mercenarios de la pluma pues siempre entendimos la tradición a beneficio de inventario, nunca nos hizo falta más que dos cuestiones: el saber conectar y proporcionar expresión a los sectores problematizados de las nuevas realidades sociales, culturales y económicas, y el saber fortalecer la columna política de nuestro movimiento: el Partido Carlista como herramienta de acción colectiva.

Las Juventudes Carlistas de hoy que somos el Partido Carlista del mañana tenemos así pues dos deberes: el implicarnos y saber problematizar nuestro entorno social combatiendo la hegemonía ideológica del neoliberalismo y aportando una visión crítica de la realidad, y el involucrarnos igualmente en la estructura orgánica del Partido.

La existencia de un Partido fuerte que se visibilice como tal, con su programa transformador y un discurso atractivo, en todo tipo de ámbitos sociales es imprescindible no ya sólo para el futuro del Carlismo sino también para la construcción de trincheras contra lo que se nos viene encima, pues de la misma manera que con la excusa de la seguridad los gobiernos neoliberales crean y aplican leyes que recortan los derechos y las libertades civiles, ahora con la excusa de la crisis económica que la propia clase dominante ha provocado con sus fraudes bancarios, sus negocios especulativos y sus políticas de deslocalización industrial, lo que pretenden es recortar aún más nuestros escasos derechos laborales y sociales, flexibilizando el despido de los trabajadores, aumentando la precariedad laboral y vaciando de contenido a los servicios públicos de ayuda social, sanidad y educación.

La receta que proponen desde arriba a la crisis es bien clara: aumentar el nivel de explotación del pueblo trabajador, empobreciendo aún más a la mayoría social mientras los jóvenes nos encontramos sin trabajo fijo ni perspectivas de llegar a tenerlo.

Por lo tanto a los jóvenes seamos o no carlistas, si es que aspiramos a ser en el futuro algo más que mano de obra barata, nos urge el dotarnos desde ya de herramientas de autodefensa colectiva para poder aplicarlas cuanto antes, pues el sindicalismo “amarillo” y clientalizado del régimen no va a hacer nada por nosotros mientras que el sindicalismo alternativo generalmente es incapaz de condicionar la agenda política. Y las necesarias herramientas de autodefensa a nivel inmediato se resumen en dos: formación y organización. Solamente con una formación política amplia tanto en el plano teórico como en el práctico sabremos analizar críticamente el mundo que nos toca vivir, y solamente con la organización podremos dar la respuesta colectiva adecuada para la defensa de nuestras libertades, de nuestros derechos y de nuestros intereses económicos.

Las Juventudes Carlistas reafirmamos en esta tribuna popular que, como bien señalaba el rey Javier, la verdadera democracia no se reduce al mero acto de la votación de representantes cada cuatro años sino que implica “una vivencia que exige el participar. La opción democrática, más que la elección de los dirigentes, es en primer lugar, la elección de la línea política, del proyecto político del partido y es, luego, la realización a diario de este proyecto.

Se trata de hacer partícipes a todos de este proyecto político”. Así de la misma manera que una sociedad no puede llegar a ser plenamente democrática si carece de una ciudadanía responsable y políticamente activa entendemos que no es posible un Partido Carlista útil a la sociedad sin el compromiso militante y la participación de todos los carlistas.

Cerrando ya, nos despedimos con la seguridad de que el año que viene seremos más en este monte pues Montejurra no es sólo un lugar sino una idea, la idea de que otro mundo y otra izquierda no son sólo posibles sino que además son necesarios, idea que debemos trabajar en el día a día con nuestro compromiso carlista en la lucha contra la opresión y el caciquismo de la clase política neoliberal.