[Historia] El Partido Carlista en la fundación de Izquierda Unida

Artículo de IZCA publicado en El Federal, nº 26, abril de 2006, p. 10.

ALECCIONADORA FOTO PARA LA HISTORIA. Fotografía publicada en la portada del ABC el día 30 de abril de 1986 del acto de firma de constitución de IZQUIERDA UNIDA, bajo este titular: «SE UNIERON LAS FUERZAS A LA IZQUIERDA DEL PSOE».

Los «padres fundadores» de izquierda a derecha: Ignacio Gallego (Partido Comunista de los Pueblos de España, escisión del Partido Comunista), Juan Francisco Martín de Aguilera (fundador del «Círculo Cultural Valle-Inclán»), Enrique Curiel (entonces del Partido Comunista , en la actualidad del PSOE), tras él se vislumbra a Enrique Cordero de Ciria (en aquel tiempo Secretario General del Partido Carlista), Ramón Tamames (de la fantasmal Federación Progresista, creada por él mismo cuando dejó el Partido Comunista; pretendió federarse con el Partido Carlista), Alonso Puerta, con gafas claras (en aquellas fechas del, actualmente desaparecido, PASOC Partido de Acción Socialista), Gerardo Iglesias( Secretario General del Partido Comunista, fundador y Coordinador General de Izquierda Unida, posteriormente defenestrado; vive de su pensión de silicótico y sigue siendo del Partido Comunista), y Nicolás Sartorius y Álvarez de las Asturias (entonces del Partido Comunista; monárquico «juanista» del grupito de Ansón «Círculo Verde» en sus años juveniles, tras pasar unos años en el Partido Comunista lo abandonó y ahora es comentarista radiofónico en las estribaciones del PSOE).

En 1986, tras numerosas reuniones entre los dirigentes de las organizaciones políticas y sociales que habían participado en la campaña del referéndum sobre la entrada de España en la OTAN, con la denominada “Mesa por el Referéndum” y posteriormente con la “Plataforma Cívica”, nació Izquierda Unida.

El 27 de Abril, en el despacho de la abogada Cristina Almeida, en la madrileña calle de Españoleto, se firmó el acuerdo por el que se constituía esta plataforma electoral de cara a las elecciones legislativas del 22 de junio de 1986. Participaron en la reunión representantes del Partido Comunista de España, Partido de Acción Socialista, PSUC, Izquierda Republicana, Federación Progresista, Partido Humanista, Partido Comunista de los Pueblos de España y el Partido Carlista. Además, como independientes, se adhirieron a este proyecto político el comandante Otero, el periodista José Luis Balbín, Juan José Rodríguez Ugarte, Humberto Da Cruz, el abogado Jaime Miralles, el profesor Antonio Elorza y Cristina Almeida. Se puede decir que se había conseguido la unidad de las principales fuerzas políticas a la izquierda del PSOE.

Como era de esperar, tras la presentación pública de la coalición en un hotel madrileño, las criticas comenzaron a aparecer. Alfonso Guerra utilizó su dialéctica para descalificar a IU, pero esa reacción por parte de un dirigente del PSOE ya se preveía. Lo que sorprendió mucho fueron las violentas manifestaciones de Santiago Carrillo, que de manera  reiterada atacó la presencia del Partido Carlista en Izquierda Unida. En un mitin en el barrio madrileño de Villaverde Alto, el ex secretario general del PCE, recordó la presencia de los requetés en la guerra civil y habló de los tópicos habituales de  quienes no saben lo que es el Partido Carlista. Pero Santiago Carrillo sí sabia quienes éramos, pues desde principio de los años 70, él había tenido numerosas reuniones con destacados dirigentes de nuestro partido, tanto en Francia como en España, y fruto de ellas, surgió la “Junta Democrática”.  A Carrillo se le “olvidó” que el que fuera Secretario General del Partido Carlista, José Maria de Zavala, viajó por todo el mundo con un pasaporte falsificado, hecho por el equipo de magníficos expertos que tenía el PCE.

Desde la derecha y la ultraderecha, las críticas, evidentemente, también fueron notables. A pesar de todo, el Partido Carlista cumplió en todo momento lo pactado. Al no conseguirse el 22 de junio los resultados esperados, hubo quien aprovechó para decir que la culpa había sido por la presencia del Partido Carlista en IU (la deriva posterior tanto del PCE como de IU en una progresión creciente hacía la crisis total demostraría que tal afirmación no respondía a la realidad). A partir de ese momento, quienes consideraban que la izquierda era propiedad particular suya, mostraron síntomas de encontrarse a disgusto a nuestro lado, por lo que el Partido Carlista abandonó la coalición. Por cierto, muchos de quienes más nos criticaron, no tardaron en abandonar también.

Mención especial merece la postura mantenida por Gerardo Iglesias, secretario general por aquél entonces del PCE y candidato número 1 de  IU por Madrid, quien en una entrevista publicada en el número 388 del periódico “Mundo Obrero” (órgano central del  PCE) ,  del  5-11 de junio de 1986, defendió la presencia del Partido Carlista en IU, afirmando que “yo no voy a buscar el pasado de nadie, y mucho menos referencias históricas ancestrales”.

Lo que pudo ser, ahora hace 20 años,  la base para generar y articular un amplio movimiento político a la izquierda del PSOE, se frustró por personalismos infantiles, actitudes sectarias y desmesurados apetitos electoralistas.