Fragmento de la Declaración de Carlos Hugo de Borbón Parma del 24 de abril de 1976: La Unidad del Carlismo

El Carlismo, por mucho que algunos se empeñen, siempre ha formado un solo cuerpo. En torno a los valores permanentes que se han ido expresando y plasmando según las épocas, los tiempos y las circunstancias se ha mantenido unido el Carlismo. Estos principios que son las esencias espirituales, la libertad de la persona, las libertades de los pueblos, nuestra Patria como federación de los pueblos que componen el Estado Español, los principios socialistas de igualdad y libertad en lo económico y en lo social, la unidad en torno a la dinastía como institución eje para garantizar nuestra continuidad, son los conceptos revolucionarios y democráticos que el Carlismo ha mantenido en el transcurso de toda su existencia y por los que tantos han dado su vida y sus bienes.

Ésta es la unidad del Carlismo. No puede haber otro Carlismo. Fuera de esta línea ideológica ya no se puede llamar carlista. Es el Pueblo quien en su dinámica política a través del pacto con la Dinastía ha determinado esta línea y la mantiene viva día a día. Los esfuerzos para mantener esta unidad en la lucha por la libertad y la democracia representan el plebiscito cotidiano que hace el Carlismo de su propia ideología. Esta es la unidad del Carlismo, por mucho que intente la clase dominante presentarlo dividido con torpes maniobras.

El Partido Carlista, vanguardia del Carlismo, carga con la responsabilidad para que esa línea sea aplicable en los momentos de lucha y se puedan alcanzar los objetivos principales que son la construcción de un socialismo plural y de autogestión global en un Estado federal, ideal que comparten con el Carlismo muchísimos españoles de hoy.

El mantener el Partido Carlista organizado, es decir actuante en estos momentos, es responsabilidad de todos y cada uno de los carlistas. No bastan las meras intenciones. Cada carlista, hoy mas que nunca, debe tener una presencia firme en la lucha o ayudar al Partido. Las buenas intenciones no bastan. La acción, la entrega, el sacrificio son imprescindibles para el éxito de nuestra lucha, para alcanzar las libertades. Las libertades nunca han sido otorgadas siempre han sido conquistadas por el pueblo.